San Pío de Pietrelcina (1887–1968), conocido como Padre Pío, fue un sacerdote capuchino italiano reconocido por su profunda vida de oración, humildad y entrega al servicio de Dios y de los demás. Recibió los estigmas de Cristo en 1918, signo visible de su unión con la Pasión del Señor, y dedicó su vida al ministerio de la confesión, la dirección espiritual y la celebración de la Eucaristía. Fundó la Casa Alivio del Sufrimiento, un hospital para los enfermos y necesitados. Fue canonizado por San Juan Pablo II en 2002 y es venerado en todo el mundo como modelo de fe, paciencia y caridad.
